En la primera parte de La felicitación de Navidad, dejamos a Rigoberto a punto de ser atendido por el mismísimo Ministro de la Guerra y Lord Protector del Imperio. Aquí tenéis la continuación.
Le explicó al Lord Protector que aquello era solo una pequeña demostración de lo que Shira y él podían hacer. Le dijo que, con la debida preparación, dentro de seis meses estarían en condiciones de enviar a los soldados del frente la mejor felicitación de Navidad de sus vidas. Seguir leyendo «La felicitación de Navidad (II/III)»