La percepción que tenemos de nuestros merecimientos y deméritos resulta sospechosamente dependiente de la posición de fuerza o debilidad que detentemos en un momento dado. En fin, ahora os dejo, porque es la hora de cenar y de una magnífica canción (ver final del relato).
El todopoderoso consejero Kreenak lo recibiría; tenía que ser una señal. Los funcionarios llevaban meses enviando al reverendo Rufus de una ventanilla a otra, como un pedido devuelto a la cocina una y otra vez, alimentándose solo de buenas palabras, pero tras ese tiempo no estaba más cerca de su objetivo que cuando arribara al planeta Edeelim, Seguir leyendo «Un plato frío»