En el pasado abril tuve el privilegio de poder hacer el tramo final de El Camino de Santiago, 114 km de Sarria (Lugo) a la ciudad del Apóstol, con las personas que más quiero en el mundo. Sólo faltaba mi mujercita, Azucena, que no pudo acompañarnos por motivos de trabajo. Se ha cumplido así uno de mis sueños más preciados. Seguir leyendo «EL CAMINO»