Regresar a Urueña

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Lothrandir, tras un viaje a Asturias, ha pasado un tiempo pachucho. Mientras se recupera, y por esta vez, le eximiremos de regalarnos una de sus inquietantes ficciones.

Mi mujer y yo conocemos bien la Suiza central, y todos nos decían que Asturias era muy parecida; ha resultado ser cierto, al menos en la costa que es lo que hemos visitado: vacas, túneles, el verde de montes y prados, y un lago muy grande que se llama Cantábrico. Seguir leyendo «Regresar a Urueña»

Viaje a la Luna

 

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Luna y Tierra desde la sonda espacial automática Juno. NASA

Corría el verano de 1969 y mientras Neil Armstrong dejaba atrás la cuna de la especie humana y ensayaba frases solemnes para el caso de que todo saliera bien, en la Tierra el pequeño Lothrandir se enfrentaba a un desafío similar si no mayor: dejar atrás el pañal. Por ello, y como excepción, le cedo ahora la palabra.

Uno de los primeros juegos de tablero que recuerdo es Viaje a la Luna. Cervezas Damm lo regalaba —como han cambiado las cosas, madre— al completar un álbum de cromos que supongo venían con las cervezas.   Seguir leyendo «Viaje a la Luna»

Aliette de Bodard sobre la supresión de la maternidad

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No suelo rebloguear, pero de vez en cuando siento la necesidad de hacer mi humilde contribución a la difusión de algún post que por diferentes motivos me emociona de forma especial. Este es uno de ellos. La magnífica escritora Aliette de Bodard realiza una necesaria y acertada, en mi modesta opinión, reivindicación del papel de las madres en la ficción, con la calidad literaria, de ritmo y de trama a la que nos tiene acostumbrados a sus seguidores. Y como no, una vez más debemos agradecer al magnífico e imprescindible blog  La nave invisible poder conocerla.

“Peregrinos de la tierra en sombras” ha sido nominado al Sunshine Blogger Award 2019

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Mi  rutina de escritura se ha visto sacudida por la nominación, a todas luces inmerecida, de mi humilde blog «Peregrinos» al Sunshine Blogger Award, por parte de Somewhere in Providencia, magnífico blog que ejemplifica las virtudes que el «Sunshine» promueve y al que agradezco su gentileza al pensar en mí. Es el de «Providencia»un paraje singular, en el que tan pronto se nos comparte un texto en prosa como un poema o prosa poética, en inglés o castellano, que trata de las emociones humanas y las pequeñas cosas del día a día,  sin descuidar las referencias mitológicas y literarias siempre oportunas y de gran poder evocador. Tan pronto se muestra tierno y sensible, como nos arroja sin piedad a los infiernos más innombrables de la fantasía y el alma humanas. En resumen, nada humano le es ajeno.

Las nominaciones al Sunshine Blogger Award son hechas por blogueros y buscan llamar la atención sobre aquellos blogs creativos, positivos e inspiradores, que difunden la alegría, y el disfrute sano de la comunidad bloguera, de cualquier temática, literaria, audiovisual, fotografía, etc. Es en este aspecto en el que más me reconozco y al que intento contribuir, participando en los comentarios de las entradas siempre que puedo, y siempre con respeto y afán de disfrutar todos juntos.  Lo mejor del Sunshine es que las nominaciones permiten descubrir blogs magníficos que de otra forma tal vez no llegaríamos a conocer.

Los nominados al «Sunshine» deben cumplir unas reglas:

  1. Agradecer y mencionar al bloguero que te ha nominado enlazando a su blog.
  2. Insertar el logo de los Sunshine Blogger Award en el post.
  3. Contestar a las once preguntas que te plantean.
  4. Nominar a once blogueros.
  5. Formular once preguntas para ser contestadas
  6. Indicar las reglas de las nominaciones

Las respuestas a las preguntas que me formuló Somewhere in Providencia son:

Peregrinos de la tierra en sombras

1.-¿Qué te impulsó a crear un blog? Mi irredenta soberbia y ombligomundismo. Estaba convencido de que ahí fuera había mucha gente sedienta de mi producción de ficción. Ese delirio se ha ido apagando, pero me sigue colmando de felicidad que alguien lea mis relatos.

2.-¿Cuál es el tipo de entrada que mas disfrutas leer? Un relato corto, aunque la poesía le sigue a muy poca distancia.

3.-¿Qué tipo de entrada directamente descartas leer? Uy, pues la verdad es que soy omnívoro. La literatura de no ficción me atrae menos, pero también leo historia, arte, e incluso política. Nunca se sabe dónde puede brotar la inspiración.

4.-¿Te preocupan las criticas que puedas recibir por lo que escribes? Todo el mundo puede decirme lo que quiera, mientras me lea. Para mí es una gran satisfacción que alguien emplee su tiempo y esfuerzo en leerme. Si encima repite, soy suyo.

5.-A la hora de escribir. ¿Sigues alguna dinamica? ¿Cuál? Intento crear una rutina, pero me cuesta. Escribo un boceto del relato, habitualmente a partir del final, y luego lo dejo fermentar un tiempo, días, semanas o incluso meses. Luego están los arranques de inspiración; no descanso hasta terminar el relato.

6.-¿Qué estilo musical es tu favorito? La verdad es que soy muy ecléctico en gustos musicales. Escucho de todo, pero antes de saltar de un edificio en llamas me llevaría los discos de canción italina. Me encanta el soul y el rock, y la ópera, y los Strauss, y Mozart con pasión, y cada vez más el jazz, y la música celta, y por supuesto Dire Straits, y U2, y Fito y fitipaldis, y la rumbita catalana, y desde hace poco incluso el flamenco y el rap, y… (…) 

7.-¿Es la música algun tipo de inspiración para lo que escribes? Ya lo creo. Con mucha frecuencia el título de una canción genera el argumento de un relato, o está presente en mi ficción. Cada uno de los relatos de Crónicas del Grinch  está dedicado a una canción navideña, con alguna excepción.

8.-¿Qué tema musical utilizarías para la presentación de tu libro? Bueno, tengo escrita una novelita, La suerte se acabó, con su banda sonora en Spotify. El tema que escogería para presentarla sería All I have to do is dream, de los Everly Brothers.

9.-¿Cuál es tu libro favorito? ¿Por qué? El Señor de los Anillos, de JRR Tolkien. Lo leí en la adolescencia, me ayudó mucho y me acompaña desde entonces. Hasta ese momento solo leía ciencia ficción. Lothrandir significa peregrino de mayo en sindarin, uno de los lenguajes creados por Tolkien, y el nombre del blog hace referencia a uno de sus poemas.

10.-¿Cuál es tu pelicula favorita? ¿Por qué? Difícil, difícil. Adoro el cine. Tal vez Casablanca y Qué bello es vivir (de hecho le dedico un relato) sean la que más veces he visto, si eso puede servir de indicador. La primera porque los personajes de Rick y  el capitán Renault son irrepetibles. La segunda, porque casi todas las navidades necesito recuperar la fe en la especia humana.

11.-¿Qué es lo mejor de la vida? Leer, por supuesto, seguido de cerca por viajar y conocer culturas y personas distintas.

Mis nominaciones (en orden alfabético): disfruto mucho leyendoos. Hay más blogs, por supuesto, pero tenían que ser once.

  1. Cuentos para Algernon
  2. Deep Funk
  3. deseo indigno
  4. Elloboestaaqui
  5. jllopart
  6. jm vanjav hasta en 500 palabras+
  7. Las crónicas del Otro Mundo
  8. Saltos en el viento
  9. sherazade2011
  10. Sitio Web de Adrián Gastón Fares / Official Website
  11. TEJIENDO LAS PALABRAS

Y ahora, las preguntas para mis nominados:

  1. Empezamos con una muy personal: ¿Eres de editar mucho y en profundidad o escribes en arrebatos de inspiración y no lo retocas?
  2. Si no regentaras un blog literario, ¿de qué sería ese otro blog?
  3. ¿Cuáles son tus escritores de cabecera? Di al menos tres.
  4. ¿Escribes rodeado de silencio o te inspiras más en medio del ruido de un café, en un parque infantil, o qué sé yo?
  5. ¿Cuál es tu libro favorito? Di al menos tres.
  6. ¿Y tu grupo o cantante favorito? Di al menos tres.
  7. ¿A dónde viajarías en cualquier momento, por ejemplo ahora mismo, si pudieras?
  8. Sé que es una pregunta que puede romper nuestra relación, pero… ¿te gustan los gatos?  
  9. ¿Cual es tu compañero animal favorito? 
  10. Si pudieras dedicarte en exclusiva a escribir, ¿lo harías?
  11. ¿Tu actividad profesional es en el mundo de las letras? Basta con un Sí o un No.

Muchas gracias a todos vosotros por existir, respondáis o no a este cuestionario. Entiendo que el tiempo no es dilatable. En el mundo primario al menos.

Y muchas gracias a Somewhere in Providencia por nominarme.

 

 

 

 

¡País! Homenaje a Forges

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http://www.pressdigital.es/texto-diario/mostrar/1013987/muere-forges-dibujante-mejor-retratado-historia-espana

El dibujante Forges falleció el pasado 22 de febrero. Desconozco cómo de conocido es allende los mares, entre nuestros compañeros de idioma y cultura, pero en la madre patria –a veces madrastra, como reza el poema de Blas de Otero y la magnífica canción cantada por Ana Belén– Forges es un personaje y una persona insustituibles. Concluía muchas de sus viñetas al grito de ¡País!, refiriéndose a la resistencia de la sociedad española a abrazar los cambios de nuestro tiempo.

Se ha ido Forges. Lo escribo y lo releo y me sigue pareciendo imposible, como si fuera otra de sus viñetas, como si entre Gila y él nos estuvieran gastando una última broma. Pero no. La realidad no muestra clemencia alguna ni siquiera con los más grandes y entrañables. Tendremos que hacernos a la idea. Forges nos ha dejado. Él ya cumplió su parte, más que de sobras, ahora nos toca a nosotros recoger el testigo, seguir adelante, por él y por nosotros. La lista de los que nunca olvidaremos comienza a ser ya demasiado larga y dolorosa, signo inequívoco de que nos hacemos mayores.

Creo poder afirmar que para los de mi generación, Forges nos ha acompañado toda la vida. Cumpliré cincuenta años en mayo y no recuerdo un momento en que no conociera las viñetas de Forges, su visión siempre certera sobre nuestra realidad, compasiva y crítica a partes iguales, y su optimismo a pesar de todas las razones para desesperar.

Me dedico a la medicina desde hace más de treinta años, y puedo afirmar que sus viñetas sobre el mundo sanitario eran atinadas  y reveladoras a un tiempo, como si fueran hechas por un compañero de tantas guardias. Nunca supe de donde procedía su conocimiento de la vida en los quirófanos y los hospitales, supongo que a través de algún amigo perteneciente a este mundillo que habito. Tampoco es que importe demasiado.

Forges se ha ido, y ahora por fin empiezo a hacerme a la idea. Las veces, más frecuentes a medida que uno se hace mayor –vaya palabrejo-  en que la vida nos parece injusta, absurda, deleznable y sin valor, me basta con recordar a Forges y a otros como él para reconfortarme en el pensamiento de que no estamos solos en este valle, de que vale la pena arrostrar la vida y su sin sentido solo por conocer a esas personas. No sé si en el más allá nos espera algo más que volver a ser materia de estrellas, pero al menos aquí abajo hemos conocido a Forges. Con tanta palabra me ha entrado hambre. Creo que me comeré un bocata –término que él acuñó– a su salud.

En memoria de Antonio Fraguas, siempre Forges.

Que la tierra le sea leve.

 

 

El sentido del mundo. Homenaje a Úrsula K Le Guin (3 min)

 

Hace treinta años leí La Comunidad del Anillo de JRR Tolkien y mi mundo cambió para siempre. Yo era un chico con una adolescencia tardía —a veces pienso que aún sigo en ella— y las dudas y angustias que nos tiranizan a esa edad. Me costaba hacer amigos. Las personas me resultaban a ratos fascinantes a ratos terribles, siempre ajenas. Mi situación familiar tampoco era fácil y la académica empezaba a perder el significado que había tenido hasta entonces para mí. En fin, que como por fortuna —y sin que yo hubiera tenido nada que ver en ello— mis necesidades inmediatas estaban cubiertas, pues me abandonaba a todo tipo de lamentaciones por mi situación triste y sin esperanza. La preocupación por el mundo y los demás puede hacer plena una vida e incluso una adolescencia, pero cuando tu cabeza es un batiburrillo caótico de añoranzas y anhelos contradictorios con ideas de autodestrucción incluidas, poco puedes aportar. Como se ve, no era precisamente una buena compañía.

Siempre me gustaron los libros y tenía predilección por la ficción, sobre todo la ciencia ficción y la fantasía. Sus antecesores, las mitologías, y en especial la mitología nórdica me acompañaban desde que aprendí a leer. Descubrir a la Tierra Media fue como presenciar  el estallido de una supernova a un palmo de distancia. Era tanto lo que me daba Tolkien que tardé en necesitar nada más. Luego empecé a buscar autores parecidos y deambulé de decepción en decepción.

Hasta que descubrí Un mago de Terramar. Sé que muchos consideran la Saga de Terramar como uno más de los sucedáneos que proliferaron como setas tras el éxito de El Señor de los Anillos, aunque a mí me pareció muy diferente desde la primera lectura. También algunos consideran las aventuras de Ged el Archimago como una obra menor en el corpus de Le Guin, y en especial frente a sus novelas y relatos de ciencia ficción; no comparto en absoluto esa opinión.

Después de Los libros de Terramar vinieron El nombre del mundo es bosque, La mano izquierda de la oscuridad —por favor, leedlo si no lo habéis hecho aún—, Los Desposeídos, Los mundos de Rocannon, y tantos otros. Úrsula K Le Guin amplió mi visión del mundo y lo dotó de sentido. Tolkien siempre tuvo un alto componente de escapismo, de huida de la realidad y conste que el viejo profesor era un ecologista convencido, pero me refiero a lo que significó para mí. En cambio, Le Guin fue todo lo contrario desde un principio. Sus textos conciliaban el misterio, la fantasía, la ciencia ficción, el amor por la naturaleza y la preocupación por las personas y la justicia social. Era posible cocinar un relato con esos ingredientes y que el resultado fuera sencillo y a la vez rico en matices: en una palabra, hermoso. Tolkien no era un optimista y se sintió un desterrado en nuestro mundo toda su vida. Ursula K Le Guin amaba intensamente todo lo humano y nuestra vida en la Tierra. Yo, al igual que muchos, somos mejores personas y poseemos mayor capacidad de ser felices gracias a haberla conocido.

Nunca la olvidaremos.

 

 

 

HOMENAJE A LEONARD COHEN

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El pasado siete de noviembre fallecía el gran bardo canadiense Leonard Cohen, a los ochenta años de edad. Entonces no quise escribir nada sobre él; el impacto estaba demasiado reciente, y el ruido en los medios de comunicación invitaban al sosiego y la meditación.

Ahora puedo por fin hacerle mi pequeño homenaje.

He sido un gran admirador de Leonard Cohen desde mi adolescencia. Su deceso, más allá de la pena por la muerte de un ser humano al que se admira y creemos conocer, nos conmociona porque, de forma inevitable, nos obliga a una reflexión sobre nuestra propia trayectoria vital.

Su figura, con esa mezcla de timidez —siempre fue celoso de su vida privada— y atrevimiento sin complejos a la hora de narrar los sentimientos del ser humano, con su poética inconfundible, nos ha acompañado a muchos a lo largo de nuestras vidas.

Le echaremos de menos como echamos de menos a los poetas, no como a alguien que nos surte de pan cada mañana, sino como alguien que nos hace tolerable la espera, alguien que nos recuerda que no somos tan buenos como nos creemos, y lo más importante, que tampoco somos tan culpables. Seres humanos al fin y al cabo en este festival de debilidades, miedos, dudas y caos que es la vida sobre la Tierra.

Desde que supe la noticia, he vuelto a escuchar muchas de sus canciones. No soy un gran amante del flamenco, y por eso me resulta especialmente sorprendente que prácticamente desde el principio, el trabajo de Enrique Morente “Omega” de 1996, haya sido el que más he escuchado. Morente y Cohen congeniaron enseguida, y de su conexión salió reforzado ese universo lorquiano que ambos admiraban. Fruto de esa relación es el disco “Omega”. En él hay muchos temas de calado, pero recomiendo en especial las versiones de  “Take this waltz”, “Aleluya” y “Manhattan (First we take Manhattan)”, por razones obvias.

Leonard Cohen, descanse en paz.